Soldados de la Nueva Vizcaya: dificultades de la vida cotidiana presidial dentro del periodo de gobernación de Ignacio Barrutia (1724-1733).

Abstract

En la siguiente tesis de investigación se analizan las prácticas cotidianas de los habitantes de los presidios militares de la Nueva Vizcaya para la primera mitad del siglo XVIII, bajo una perspectiva de análisis de caso de la gobernación de José Ignacio Barrutia (1724-1733). Esta investigación estudia el contexto geográfico, social, económico y político de la gobernación novovizcaína para la época. El estudio comienza por analizar las dificultades que presentaron los extensos territorios que debió cubrir la línea de presidios para garantizar la seguridad de la zona, tanto de sus recursos como de sus habitantes, y, además, se resalta la forma en la que dicha cadena presidial funcionó como un intento de apropiación del espacio por parte de las autoridades españolas. La gobernación de la Nueva Vizcaya se enfrentó a una serie de problemáticas no solo económicas sino además administrativas, a la hora de aplicar sus propias directrices para el manejo de los presidios. Una de las más llamativas se trata de la falta de autoridad que tuvo el gobernador Barrutia con respecto a sus soldados, puesto que no pudo ejercer como una figura de mando, lo que dificultó en gran medida el funcionamiento administrativo de los presidios y complicó el fin último de los mismos: la defensa y seguridad de la zona. Esta información se analiza a través de una multitud de cartas, tanto públicas como privadas, que escribió Barrutia para cuando ejerció de gobernador. Dicha situación desencadenó en una crisis de subsistencia dentro de las fortificaciones militares, puesto que la vida diaria de sus habitantes se basó en un modelo de sobrevivencia, con múltiples carencias de recursos, lo que los obligó a mantener dietas de bajo costo que les proporcionaron el mínimo de energía para cumplir sus actividades. Además, existió un microcosmos dentro de cada presidio donde se reflejaron diferentes jerarquías entre sus habitantes, marcadas por elementos como su vestimenta, sus accesorios, el acceso a la información y la cercanía con la figura en la que se sustentó la verdadera autoridad dentro de estas tierras: el capitán de cada presidio.